Mil Gracias a…

El fantasma de Mariátegui por haberme soportado.

Los hermanos Bachelder por convertirme en punk en 1983.

Shad Gross por técnicas gráficas radicales, made in Ohio.

Leigh Bush por haberme ayudado navegar el Internet.

Motown para las lenguas, las trompetas y las lágrimas (y el collar de perro).

Teo, Paloma y Carlos por pesar mi pluma para ver si tiene peso.

Las perras de Bogotá por morderme sin intención de matar.

Marisol de la Cadena por el efecto de Brecht.

Sandro Dogma por el contacto con los de MRR.

MRR por representar a los punks (pero no la decisión de limpiar el título de GG).

Newton Mori por darme una idea sin querer.

La gente de Tepo que sonrió en el momento adecuado.

Alfredo Márquez porque al fondo siempre hay sitio.

Julio Durán por traducir semejante huevada.

Roosbelinda, Sonia, Olga y Eric por ayudarle a Julio traducir semejante huevada.

Leo Escoria por no molestarse (tanto) aunque ande robando su mostrito.

Richi Lakra por ser el poeta que asalta.

Olga Rodríguez Ulloa por la comida thai en Nueva York y el pescado en Seattle.

Dalia Davoudi por matar las palabras innecesariamente aburridas.

Fabiola Bazo por todos los intercambios.

Claudia Alva por ayudarme fastidiar.

Richard Nossar Gastañeta por invitarme sus sutilezas.

Manolo Garfias por el contacto con el gaucho rocker.

El gaucho rocker, Christian Van Lacke, por producir al gringo que no tenía plata.

Jesse Shipley y Marina Peterson por sincronizar lo de la revista JPMS.

Pedro Tóxico por no ser tóxico.

Iván Santos Paredes por haberme ayudado llegar al fondo del tema T-ta (varias veces).

Matt Van Hoose por el solo de saxo y esa palabra de ocho letras.

María Elena y Tony por causarme nostalgia grunge.

Chiki y Chovi por insultarme y luego abrazarme y luego seguir insultándome.

Sydney Silverstein y Leigh Campoamor por los chismes gringos sobre Lima.

Rodrigo Quijano por siempre coincidir conmigo en Facebook.

Miguel Ángel del Castillo y Raschid Rabi por varios diálogos subterráneos.

Támira Bassallo por ser simplemente amable.

Álex Ángeles por las lentejas.

Miguel Det por no estar dead yet.

Analucía Riveros por las consultas quechuístiscas (y todos los besos para Samik).

Emma McDonell por la botella de Pilsen.

Todos los subtes que me aceptaron una entrevista o me dieron cosas o no aceptaron o no me dieron absolutamente nada.

Todos los que colaboraron con “Ayúdenme a crear una situación X” (Interpretación #6).

Todos los gringos que se molestaron y rechazaron otras versiones de la Interpretación #4.

Eduardo Restrepo por ser más anarcoeditor que esos pinches gringxs.

Newhouse Humanities Center por darme la libertad de comenzar a escribir.

The Bishop por vender chela barata en la esquina de Walnut y la Calle 4.

Mis guitarras por nunca dejar de gritarme.

Samik por no gritarme (tanto).

P.J. por compartir un pedazo de su revolución caliente (y su jugo) conmigo (anoche soñé contigo).

 

(Imagen de fondo: caratula, guerrilla urbana CD, diseño por Alfredo Márquez)